Letras, llantos y sonrisas, en búsqueda constante de vías de escape, de las siete de mi mente y del mundo hostil de nuestros días.
No quiero correr detrás de nadie,
ni siquiera de mi.
Aprender a vivir la calma, a cuidar mis plantas
a regar mi alma atormentada con dulzura y no agua salada.
Todo pasa,
yo sólo espero haber aprendido de ello.
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